viernes, 27 de abril de 2012

DESCALZADORA



Esta descalzadora es otro recuerdo:
Mi cuñada, la mujer del que me regalo la pila del lavamanos, es otra chatarritas como su marido y como yo. No sé cómo llegó a sus manos un par de descalzadoras, pero pensó que restaurar las dos le daría mucho trabajo y como sabía que me encantaban me regaló una. Como es natural me dio la mas destartalada (pero yo agradecidísima) , tenía todo el tapizado como si lo hubiera mordido un perro, el relleno era de paja y tenía unos muelles oxidados que le salían por debajo .La butaca en conjunto me daba picores y no te digo nada cuando la vieron mis hijas.
Fue otra reliquia de nuestro garaje durante un año, luego le quité toda la suciedad y la barnicé. Le hice un tapizado a punto de cruz, no quedó mal pero estoy pensando en tapizarla otra vez cuando encuentre una tela que me guste.
La tengo en mi dormitorio, es, junto con el lavamanos, uno de mis mas preciados tesoros. 

LAVAMANOS


            Este lavamanos tiene historia:
Hace muchos años (por lo menos ocho),  un cuñado mío que tiene la misma costumbre que yo (mirar por las escombreras) me regaló una pila que se había encontrado esa misma mañana. Era preciosa y estaba como nueva. Me hizo muchísima ilusión. Para mí fue el mejor regalo. Al principio pensamos todos  en ponerla de adorno en la terraza o para algún cuarto de baño de alguna futura casa (los que somos así  no tiramos nada). Pero como siempre yo no paraba de darle vueltas  y se me metió en la cabeza que más tarde o más temprano encontraría  un mueble para acoplársela. Pues ese mismo domingo fuimos al rastro y me encontré un mueble, muy destartalado, sin espejo y sin el azulejo que tienen debajo. Me dio igual, lo compre. No me costó mucho, ya  me encargue yo de regatear. El mueble tenía su carcomilla y alguna pata deformada pero yo tenía esa ansiedad que me da cuando quiero hacer algo y tiene que ser ya.
Estuvo en un cerrado que teníamos en la terraza por miedo a que la carcoma se comiera los demás muebles de la casa. Lo llenamos de carcomín , lo tapamos bien con plástico y se tiro así dos años o mas .Un día me dio por empezar a quitarle todas las ceras que tenia, capas y mas capas .Encargué un espejo rectangular sin barnizar y mi marido le hizo un copete muy mono. El azulejo se lo hice yo misma en el  taller  de cerámica donde voy a clases.
Para no terminar de liarla decidimos comprar la casa de la familia y vendimos el piso, entonces tuvimos que ir un año de alquiler mientras hacíamos la rehabilitación de la casa. Cuando hicimos la mudanza, el mueble a mi marido le pareció un tarro y quería tirarlo, ponía de escusa que no cavia en el camión. Desmonté el mueble que se quedó reducido a unas doce o trece tablas y las llevé al piso de alquiler. Así se pegó un año y dos mas que nos costó montar toda la casa. El día que me decidí   montarlo me pareció un puzle. Le di unas lijaditas  y un buen barniz, lo monté y lo tengo en mi dormitorio.
Cada día me gusta mas  . 

miércoles, 25 de abril de 2012

Para guardar........

Estos frascos son de setas que utilizo para mis paellas, ahora sirven para guardar lo que queramos, Primero pensé en mis costuritas  ,pero a una de mis hijas le gustó para el cuarto de baño. Les he puesto la inicial de cada una M y A.

CAJA DE HILOS


  1. El cajón de imprenta está en el garaje de casa, aparcadico.
  2. La Tilda de Verano terminada.
  3. Estoy haciendo otra caja con corazón para mi otra hija.
  4. He terminado La Parisienne, que falta ponerla en un marco chulo.
  5. Empecé un bordado, en punto de cruz, para una caja redonda.
Y ahora se le ocurre a mi cuñadica Celi, que quiere que le haga una caja para los hilos. Pero eso sí, la quiere sencilla. Pues bueno la tendrá sencilla. Como ella de sencilla. Pero como la hago yo, le daré un toque muy sencillo, como yo.
 Les maté todos los cantos con la lija y parecen más antiguas. Preparé unas tiras a punto de cruz para ponérselas el el fondo,si a mi cuñada no le gustan, no hay problema, me las quedo para mis cajas.
Para haceros una idea, las cajas son las de las gambas que tengo para hacer mi cajón de imprenta. Tendré que hacerme con mas , parezco una trapera el el autobús. 
Yo no se que tienen estas cajas, pero me inspiran un montón.
He preparando unas con diferentes compartimentos y con las tablas del fondo unas maderitas para tener recogidas todas las puntillas .

CAPITULO III-HISTORIA DE UNA CAJA DE GAMBAS



Al día siguiente Amalin me agarró por una esquina, me colocó de canto y se puso a medir.
No cruzamos palabra, se notaba que aun duraba el cabreo, pero yo la notaba  más relajada y no perdía la esperanza que mas tarde o más temprano retomaríamos nuestra amistad .Allí estuvo  zarceando durante un rato. Como me aburría me quede dormida y cuando desperté Amalin se había marchado .Los demás estaban murmurando por lo bajini, algo había pasado.Ella regresó unas horas mas tarde y entonces me di cuenta, a mi lado había un montón de maderitas, eran los restos de una compañera. Solo llevo dos días y ya  hemos tenido una baja. Que Dios la tenga en su gloria.
Otra vez se  puso en marcha la máquina infernal, pero esta vez fue para lijar las maderas .Se la veía indecisa, aquello no encajaba, mide de aquí, mide de allá .Decidió coger otras, aquellas no le gustaban nada, y entonces agarró otra máquina  y se lió a cortar.Entre cortar y lijar pasamos la tarde  y entonces me habló:
-Ahora tú decides, serás lo que tú quieras ser.
-Pues ahora mismo me has pillado en falso.
-Tienes un par de horas, me voy a hacer la cena.
No podía ser, era muy poco tiempo. No podía decidir en dos horas lo que sería para el resto de mi vida.
Amalin entró decidida.
-¿Ya?
-No. No tengo ni idea, pero he llegado a la conclusión que con tal de que me dejes quedarme contigo seré lo que tú quieras.
-Pues si te parece empezamos ahora mismo.
Me metió un par de maderas dentro de mi cuerpo, me clavo unos clavillos muy finos y empezó a barnizar.
-En dos horas vuelvo. 
 Mi tono de piel cambió totalmente, ya no era la caja sencilla y sin color de otros tiempos. Definitivamente acerté con dejarle decidir por mí.
A las dos horas exactas me dio una lijadita suave, esta vez con la lija de mano y enseguida otra capa de barniz. Entraba y salía muy nerviosa, me tocaba con su cara para comprobar si estaba seca. Por último entró con unos trozos de tela y los metió dentro de mí.
-Ya está. Espero que te guste. ¿Dime si te ves muy cursi?.
-No me lo puedo creer, que confortable me siento. No sé para qué voy a servir pero estoy fenomenal, soy una caja nueva.
-¿Te gustan mis bordados?, si no los quitamos y ponemos otra cosa.
-Que preciosidad, déjame así .y dime para que me vas a usar.
-Quiero que seas mi caja de hilos, pero de mis hilos especiales. Quiero que compartamos juntas las tardes de invierno con mis tijeritas y puntaditas .
-Seré tu mejor caja de hilos .No tendrás queja de mi y te ayudare todo lo que pueda. Pero hazme un favor: haz algo con ese pobre sofá .¿ No crees que ya va siendo hora?.
Amalín prometió empezar a restaurar el sofá y yo me hice inseparable de ella.
Hoy vivo en la planta de arriba, en un pequeña y soleada salita ,rodeada de hilos , tijeras, telas y libros. Donde Amalin y su marido pasan las tardes de invierno.
Yo soy la de la derecha , mi compañera guarda cintas y puntillas. 



lunes, 23 de abril de 2012

CAPITULO II- HISTORIA DE UNA CAJA DE GAMBAS


-¿Que quieres hacer con tu vida?
-No sé, dímelo tú.
-Yo tengo quince días a tu disposición, después ya no te aseguro nada.
-¿Tu que tenias pensado?
-De momento unas pasaditas de lija para quitar defectos y luego ya se verá.
-No te pases con la lija.
-No te preocupes, solo un par de pasadas.
Que ingenua que soy, las pasaditas se convirtieron en un terrorífico vaivén, con una pesadísima maquina que hacia un ruido tremendo. Cada pasada disminuía mi piel un milímetro. De nada sirvieron mis alaridos para que parara. .Amalin estaba inspiradísima y dale que te pego con la maquinica, por un lado,  por el otro, por delante por detrás, por dentro, por los cantos. Creí llegar a convertirme en serrín.
Se paró de repente, Amalin tenía el brazo reventado y esa fue mi salvación.
-Te pasaste, te dije  que solo unas pasaditas y mira la que has liado.
-Lo necesitabas de verdad.
-Creí que lo harías con lija de mano.
-Con esta maquinita se hace más rápido.
-Me hacías daño, te grité y no me oías.
-No te quejes ahora, estas más delgada y sin hacer régimen.
-Yo no quiero saber nada cuando entre tu familia y vea cómo has dejado el garaje. Esto no hay quien lo limpie.
-Mira, como te estás poniendo repelente, yo me voy y aquí te quedas.
No me dio tiempo a replicar, solo se oyó un tremendo portazo que hizo temblar toda la casa.
-Como te puedes quejar, señoritanga, pero quien te crees que eres, acabas de llegar y te crees el centro del garaje.
-¿Tu quien eres?
-Soy un sofá Luis XVI y soy de los más antiguos aquí. Ten un poco de paciencia que ya te llegará el momento.

- ¿De Luis XVI? Ja, ja ,ja. No te lo crees ni tú. A ti  te encontraron en un rastro hace un par de años,. Amalin se empeño en comprarte, el Gitano pedía 100 euros y ella decía que 50.Despues de mucho discutir convenció al hombre y fueron los 50 los que se pagaron por ti. Luego vino lo peor: meterte en un Peugeot 205 para traerte a casa.
-No me lo recuerdes, que vergüenza. Pero mas bochornoso fue salir del coche, cuando no hacía más que pasar gente por delante de  la casa. El marido de Amalin no lo paso mejor que yo.
-Pues eso, que aunque a oscuras ,nos vamos conociendo todos, y que lo que pasa aquí es que hay mucho miedo a que Amalin o alguien de su familia haga una limpieza y acabemos todos en la chimenea esa que hay dentro de la casa.
El sofá que dice ser de Luis XVI





viernes, 20 de abril de 2012

Capitulo I - Historia de una caja de gambas


Yo nací muy sencilla: cuadradita e incolora. Enseguida supe lo que era la vida para una caja de gambas. Treinta y dos gambas se formaron en mi cuerpo. Y yo sola las crié, pues mi marido era marinero y un día dijo : si te he visto no me acuerdo.
 Decidí enseñarles a mis hijas el mundo, les expliqué lo que tenían que hacer .Entramos en un gran supermercado y nos fuimos derechitas a la pescadería, allí nos encontramos a Amalín. Enseguida nos echó el ojo. Sacó un precio de catorce euros el kilo y mis hijas se vendieron todas, no se quedó ni la más pequeña. Que vacio, que soledad, ¿qué será de mi vida? .Casi no me dio tiempo de pensar en nada, una mano metida en un guante azul, me elevó por los aires y me tiró a la basura .Que desgracia la mía, tirada entre restos de pescado. Pasaron las horas y pensé que aquello era el final. Pero no, Amalín no me perdió de vista, me recogió, me dio una ducha, me puso a secar y me metió en una bolsa
La familia no me recibió con muy buena cara, me pareció entender que Amalín no hacía más que rescatar cajas de gambas. Me dejaron en un garaje a oscuras, lleno de trastos y con un montón de compañeras iguales a mí.. Pensé que sería el fin de mis días y que seguramente me utilizarían   para alimentar una chimenea que vi al entrar en la casa.  Todo era silencio y oscuridad, el miedo se  había apoderado de todos nosotros.
Una mañana de abril ( lo sé por la luz que entraba por debajo de la persiana ) se abrió la puerta, Amalín me sacó del garaje y muy seria me habló.
Mis compañeras y yo. Soy la primera empezando por la izquierda.


martes, 17 de abril de 2012

Bizcocho de calabaza


INGREDIENTES:
·       300  gramos de calabaza sin piel.
·       4 huevos.
·       250  gramos de harina.
·       200  gramos  de azúcar.
·       1 sobre de levadura.
·        ½ vaso de aceite ( de los de agua)
·       ½ cucharadita de canela.
1.     Asamos la calabaza en el horno y la trituramos.
2.     Separamos las claras de las yemas.
3.     Batimos las yemas y le añadimos el azúcar.
4.     Seguimos batiendo y le añadimos la calabaza.
5.     Añadimos el aceite y seguimos batiendo.
6.     Mezclamos la harina con la levadura y la tamizamos
7.     Añadimos la harina poco a poco  con una espátula y movimientos  envolventes, no batir, solo remover.
8.     Añadir la canela
9.    Montamos las claras a punto de nieve y las añadimos despacio de la misma manera que añadimos la harina.
10.     Precalentar el horno a 180º.
11.  Verter en un molde  y meterlo en el horno durante 1 hora.
Pues que ha salido riquísimo. Lo he llevado a casa de unos vecinicos, para que lo tuvieran cuando salieran del colegio, pero su madre y su abuela  se han comido la mitad en una sentada. Como tarden mucho no se que les quedará a las criaturas. 

domingo, 15 de abril de 2012

MI PRIMERA COMUNIÓN


Hace unos días, en el blog de una amiga, vi una idea que me encantó. Se trataba de las antiguas tazas de tú y yo que tantos recuerdos nos traen a todas. Me impacto tanto que desde entonces no he parado de darle vueltas al asunto. Yo esas tazas no las he tenido, pero estaban en casa de mis abuelos. Recuerdo, como si fuera hoy, que todas las mañanas mi abuelo ponía el desayuno solo para él y para mí, precisamente en esas tazas, y preparaba trocitos de pan que me echaba en la leche. Mi abuelo no hablaba mucho, era muy serio, pero hoy me sigo preguntando por que solo desayunaba conmigo, y por que ponía tanto cariño en prepararme el desayuno. Son cosas que no olvidas, que están en tus mejores recuerdos.
Pero vamos a otro tema parecido. Cuando me case, entre muchas otras cosas, me traje algunos recuerdos que intuía que si no los rescataba los perdería para siempre, y en buena hora, por que otras cosas ya no las veré. Pues aquí están, mi taza de la primera comunión y mi recordatorio con foto y todo. Y esto que sirva de homenaje a todas las madres que han guardado con esmero los recuerdos de la infancia, para que sus hijos lo disfruten el día de mañana. Mi madre me guardo esto y el libro de la comunión, pero ese no lo pude recuperar por que lo tuvo ella hasta el  ultimo momento de su vida, por que dentro del guardaba una oración que pedía por todos nosotros.
También le dedico este blog a mi hermana , con la firme promesa de prepararle un álbum con las fotos que yo conservo de cuando éramos pequeños.


Cuanta nostalgia dios mío.  

domingo, 1 de abril de 2012

BIZCOCHO DE CHOCOLATE

La receta es la misma que la de las magdalenas , con un poco mas de azúcar y 200 grs de chocolate diluido en un poco de leche. Un experimento muy rico. El molde es nuevo.